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Alejandro Segura

Blog Ciudadano sobre Zaragoza

mes

junio 2014

A golpe de timón.

Así es como parece que va manejándose el Ayuntamiento de Zaragoza con las últimas sentencias judiciales en su contra. A golpe de timón, soportando la tormenta como navío que desea llegar a puerto. Sin entrar a valorar conceptos jurídicos y negociaciones de contratos, lo cierto es que han sido los jueces quienes han dictado numerosas resoluciones contrarias a los intereses del Ayuntamiento. Desde el 2011 vemos algunas de ellas:

  1. El Ayuntamiento fue condenado por la Audiencia Provincial a pagar 3,5 millones de euros a la sociedad que gestiona el aeropuerto por la promoción del mismo en el año 2011.
  2. Hace poco vimos también como un juez ordenó la inmovilización de 1,3 millones de euros para el pago de las deudas contraidas con la empresa Dornier que gestiona el servicio de grúa en Zaragoza.
  3. Sumarle 1,7 millones de euros por una expropiación de suelos en la zona de Ranillas.
  4. El pago a la DGA de 7,2 millones de euros por las obras del Balcón de San Lázaro.
  5. Otros 3,9 millones de euros a FCC por una deuda con la empresa. Aunque a día de hoy Gimeno manifesta que cree no pagará.
  6. 1,3 millones de euros a Sacyr Marco Ebro por las obras del parking de la Romareda y el entorno de la Plaza Eduardo Ibarra.
  7. Cabe añadir los casi 200.000 mil euros en conceptos de intereses de demora por unas obras en Ranillas y en el Club Náutico.
  8. Y los casi dos millones de euros (1,8 millones) que un juez obligó a abonar a la empresa que gestiona el transporte a los barrios rurales de Zaragoza.
  9. Los 2,1 millones de euros de REMAR. No nos podemos olvidar de nuestra ‘querida’ REMAR.

 

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Lo que hace un total de casi 23 millones de euros en concepto de intereses y obligaciones de pago no realizadas. No haré demagogia, hay que diferenciar entre obligaciones de pago (deudas contraidas con determinadas empresas por determinados servicios) y el pago de intereses de demora. Las deudas contraidas cabe abonarlas siempre. Lo preocupante son los gastos generados por los intereses de demora y gastos judiciales. No hace falta ser un lumbreras para calcular a ojo que varios millones en concepto de intereses se habrán desembolsado. Para ir abriendo boca tenemos los 2,1 millones de euros a REMAR por el abono de las obras realizadas. Los casi 200.000 de las obras del Club Náutico, los intereses de demora por el pago de la deuda con FCC, Dornier y Sacyr Marco Ebro y así hasta completar una lista de deudas que los ciudadanos solo conocemos muy de vez en cuando porque la prensa hace eco de sus informaciones.

En el conocimiento de los gastos generados por el impago de la deuda los ciudadanos de Zaragoza podrán ver cuánto dinero público va a parar a gastos innecesarios en vez de ir destinado a las aceras, calzadas, planes de activación del comercio, planes de ayuda urgente, comedores sociales y una larga lista de tareas pendientes del Ayuntamiento de Zaragoza. Todas estas resoluciones judiciales son frutos de unos presupuestos irreales y negligentes que se llevan produciendo desde hace varios años en Zaragoza. No es ninguna novedad que el Ayuntamiento navegue a golpe de timón, sorpresa tras sorpresa, intentado esquivar la tormenta para llegar a buen puerto antes de Mayo de 2015. El Gobierno que venga después se las tendrá que ver canutas…

Siguen siendo los mismos presupuestos de siempre, cada año mejor maquillados y con mas colorete. Hace falta una política económica seria, realista, conocedora de los problemas de los ciudadanos, que realice un listado de necesidades municipales acorde con unas cantidades presupuestarias reales y que el presupuesto llegue hasta donde tiene que llegar. Lo necesario. Lo innecesario sobra.

 

 

A la atención de Luis Bello.

Leía hoy en el Heraldo de Aragón a Luis Bello (vicepresidente de la Asociación de Vecinos Tío Jorge Arrabal) una columna titulada «Tranvía a las Delicias ¿de quién?», tras leerla, debo confesar que no puedo estar más de acuerdo con su postura que nunca. Creo que aborda un problema desde el punto de vista de la coherencia y del sentido común.

En primer lugar porque un tranvía no es ni de derechas ni de izquierdas. Un tranvía es un medio de transporte más adecuado que otros para determinados proyectos de movilidad (en referencia a la población, distancias…etc). El PSOE hace suya la idea que un día manifestó el entonces alcalde José Atares. Ahora el PP mantiene la postura que el PSOE tuvo en aquel entonces y así con todo.

Mientras tanto da la sensación que tenemos un enfoque global de la movilidad un tanto opaco y confuso. Yo, al igual que Lus Bello, defiendo un transporte público en general. Que sea bueno, eficiente, lo más económico posible, cómodo, accesible y puntual. Y todo esto no se consigue apostando por el tranvía con unos critererios únicamene económicos sino apostando también por los sociales. Parece que atrás queda eso de unir hospitales, edificios administrativos, estaciones intermodales, aeropuertos y unas cuantas más infraestructuras y edificios municipales o de la comunidad a donde miles de ciudadanos necesitan acudir cada día.

Todo esto choca con la forma de enmascarar la realidad, disfranzado el progresismo ya que mientras proponen fórmulas de calmar el tráfico se permiten la apertura de barrios, centros comerciales y políginos deslocalizados y cuyo único acceso es el transporte privado. El Plan Intermodal de Transportes de Zaragoza termina este año su vigencia, urge una actualización del mismo. Antes de tomar decisiones de gran envergadura (tranvía) cabría decir cómo quedaría la movilidad en el resto de la ciudad.

Por tanto, entiendo que, tanto Ayuntamiento como Gobierno de Aragón deberían ceder ante el Consorcio de Transportes y hacer fácil lo que la política hace dificil. Esa es la idea que tiene UPyD Zaragoza respecto a la movilidad de Zaragoza. Una visión globlal que abarque todos los medios de transporte haciendolos complementarios los unos con los otros y que se base en la necesidad de unir infraestructuras, hospitales, estaciones intermodales, estaciones de cercanías, museos, edificios municiapales…etc.

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Sobre el debate de la L2 en Delicias.

Ayer tuve la oportunidad de participar en un debate en el Centro Cívico Delicias sobre la Movilidad en Delicias. En el salón se pudiera escuchar diversidad de criterios pero desde luego lo que no se escuchó fue hablar de la línea 2 del tranvía. Nadie comentó el trazado final de Conde de Aranda, o si se podría acceder a las viviendas de las calles interiores del Casco Histórico. Cada grupo municipal hizo una defensa general de lo que consideraban que era la movilidad a grandes rasgos. Pero ninguno hizo especial hincapié a comentar el trazado de la posible línea 2 del tranvía.

Desde UPyD Zaragoza se propusieron varios matices a la posible y futura línea 2 del tranvía, matices que consideramos de vital importancia como por ejemplo la deuda actual del Ayuntamiento de Zaragoza. Con una deuda de casi 900 millones de euros (falta añadir la deuda de los cajones que estiman en ciento y poco), con unos pagos a proveedores que en algunos casos superan los 120 días de media, con unos servicios públicos cada vez más recortados, con una operación asfalto que no llega a cubrir todas las necesidades de la ciudad y entre otras muchas cuestiones económicas, consideramos que no es la primera prioridad de este Ayuntamiento el trazar una L2 de tranvía. Somos conscientes de que atrás queda el debate de si se quiere o no un tranvía. Con la llegada de la línea 1 hace falta terminar de dibujar ese proyecto de tranvía en la ciudad pensando en una movilidad más global. Es innegable que en un ejercicio de coherencia hay que terminar de apostar por el tranvía. El cómo llevarlo a cabo ya es otra cosa, porque la movilidad debe solaparse con el autobús y taxi. La movilidad debe ser integradora.

Creemos además que la implantanción de la línea dos del tranvía debería ir de la mano de la reestructuración del transporte público. Los zaragozanos deberían de conocer cómo quedará la red de autobuses una vez que la L2 empiece a funcionar. De esta manera todos conoceremos cuántos kilómetros y líneas de autobús se recortan. Con esto quiero decir que tanto Ayuntamiento como empresa concesionaria, deberían tener en cuenta que a menos kilómetros menos trabajo y menos conductores de autobús. Lo que se traduce en prever este tipo de actuaciones para salvaguardar el empleo y buscar políticas sociales para llegar a soluciones laborales.

Por último creemos que la implantación del tranvía debe ir aparejada de otros aspectos que son los siguientes:

  1. Un plan de choque de ayuda al comercio local. Especialmente con los comercios colindantes a las obras del trazado del tranvía.
  2. Mayor protagonismo e informes vinculantes del área correspondiente de Policía Local.
  3. Flexibilizar la movilidad del sector del taxi en Zaragoza.
  4. Evitar situaciones como las vividas en el ACTUR y en Avda. César Augusto con las obras del tranvía donde se podían ver muchos defectos y deficiencias en cuanto a señalización.

Por otra parte, creemos que una futura línea dos debería discurrir en parte por la Avenida de Navarra (para después incorporarse a Avenida de Madrid) cuyo estado es muy deficiente y penoso. Dadas las características de esta Avenida se podrían realizar grandes actuaciones y desde luego vemos fundamental que exista una parada en la Estación Intermodal de Zaragoza (que conecta media y larga distancia junto con autobuses a toda España).

Hemos sugerido que el tranvía, como modelo de movilidad pueda llegar hasta PLAZA y el Aeropuerto. A mi juicio entiendo que a pesar de que serían rutas y paradas con pocos viajeros se trata de ofrecer un servicio al ciudadano. La distancia es relativamente corta (aprox 10km) y se podría cubrir en un tiempo considerable. Desde la Asociación de Amigos del Tranvía y del Ferrocarril me comentaron dos cosas; la primera que no es viable que pare el tranvía en la Estación Intermodal porque no hay una fuerte demanda (a mi juicio un error enorme porque no hablo de demanda, sino de servicio público. Hablo de exista una parada de tranvía que pare en la Estación Intermodal o cercanías. Lo veo totalmente necesario y coherente) y la segunda, que para trayectos como el Aeropuerto es mucho mejor un cercanías por la distancia a cubrir y porque ya están las vías soterradas.

En este último aspecto hay que dejarse siempre asosarar por los técnicos y personas que conocen el tema, así que no existiría ningún problema por esta parte. Lo que trato de abordar es un problema real y es la necesidad de conectar los grandes puntos de movilidad (Cercanías, Estación Intermodal y PLAZA Aeropuerto).

Cabe destacar que nadie habló en un debate de movilidad del servicio de taxi. Solo UPyD Zaragoza comentó la necesidad de integrar al sector del taxi y los servicios bici en un plan general. Es necesario otorgar mayor flexibilidad al servicio del taxi mediante medidas muy concretas como giros prohibidos o posibilidad de circular por algunos tramos.

Pero no hay nada cerrado, como algunos conocerán UPyD es un partido abierto a la participación y el debate. La propuesta final que UPyD Zaragoza defienda será aquella en la que hayan votado todos sus afiliados, porque nuestros afiliados son los que detallan nuestras propuestas y programas.

Avances en Movilidad 21.

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En calle Cuarta Avenida a la altura del 37 nos encontramos con una de esas curiosidades que hay en Zaragoza. Se trata de una parada de autobús (por supuesto sin marquesina) que no es parada. Si bien hay poste de autobús carece de señales de prohibido estacionamiento y de señales amarillas zig zag. Es decir, los vehículos se encuentran correctamente estacionados.

Lo que obliga a los usuarios del transporte a tener que esquivar y pasar entre medio de los coches para poder acceder al autobús. No se trata de una zona muy transitada desde luego pero crea confusión entre los ciudadanos ver paradas de autobús de este tipo. La solución sería poner una plataforma para que los usuarios del bus accedieran desde la acera.

Un gesto equivocado.

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Desde que el Rey Juan Carlos anunciara la abdicación al trono muchos han salido a la calle pidiendo la llegada de la tercera república. Como si la República por sí misma fuera la solución a los problemas de los españoles. No voy a negar que prefiero una República a una Monarquía, aunque solo sea por el hecho de justicia y de igualdad en el que creo que todas las personas debemos tener por el mero hecho de serlas. Podríamos plantearnos un estado federal o un sistema presidencialista por ejemplo ¿no? Pero todo esto ya son opiniones personales del que escribe.

Que un concejal de un Ayuntamiento coloque en el balcón de un Ayuntamiento, que se trata de un edificio público, una bandera republicana antes que otra cosa es un gesto feo, una falta de detalle y de mala praxis. El señor Alonso puede hacer lo que quiera en su ámbito privado o incluso en el político, pero de ahí a colgar en un edificio público una bandera (que representará unos valores para él no cabe duda) que no es constitucional dista mucho.

No nos olvidemos que la bandera republicana no es una bandera constitucional. El artículo 4.1 de la Constitución establece que «la bandera de España está formada por tres franjas horizontales, roja, amarilla y roja…» Este sentimiento guerracivilista no hace otra cosa mas que dividir a los ciudadanos que bastante nos ha costado unirnos tras un terrible periodo de Dictadura. Tenemos una bandera que es preciosa y debemos unirnos a ella sea de la forma de Estado que decidamos.

No puedo estar más a favor que Carlos Martínez Gorriaran sobre todo el proceso que estamos viviendo: «El debate sobre la república o monarquía ya existe, así que no necesitamos inicarlo. En parte es consecuencia de los escándalos de corrupción y de la crisis política, pero también de que siempre ha habido una corriente republicana importante. Y desde luego, personalmente participaría en cualquier debate interesante sobre la cuestión. UPyD no tiene una posición de principio pro república ni pro monárquica (ni tampoco anti). Si en el curso de un debate de reforma constitucional una mayoría suficiente optara por una República, lo aceptaríamos sin ningún problema, pero igual si la mayoría prefiera la Monarquía. En realidad, pensamos que la forma del Estado no es tan importante: importa la calidad del sisitema. Hay muchas repúblicas muy poco satifactorias, incluyendo dictaduras impresentables, y en Europa hay algunas monarquías modelo de democracia avanzada, como las escandinavas. Eso demuestra que la forma del Estado no es garantía de nada, lo que importa es el buen funcionamiento de la democracia y de sus instituciones, desde el Gobierno al último ayuntamiento, pasando por la justicia, educación y sanidad. Tenemos una visión pragmática. Me parece un asunto muy secundario comparado con nuestros muy graves problemas reales, cuya solución no depende de si somos monarquía o república.»

Así que señor Alonso, podré compartir o no sentimientos republicanos con usted, pero de ahí a colgar en un edificio público una bandera republicana dista mucho del concepto que tenemos de constitucionalidad.

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